Históricamente siempre se ha hablado del trabajo en equipo, ese
trabajo que es ejecutado por la unión de
dos o más personas que cooperan por un fin común, sin embargo actualmente escuchamos del trabajo
colaborativo, entendido como aquellos procesos intencionales de un grupo
de personas para alcanzar objetivos específicos, sustentados en principios
filosóficos del bien común y del altruismo, y en principios operativos con
enfoques de resultados, que buscan guiar el proyecto, y que comparten quienes
forman parte de él, que por lo general suelen ser voluntarios y conocedores de
la información que ponen de manera abierta a disposición de quien la requiera.
Dra. Carla Mena (*)
El trabajo colaborativo es también conocido como producción entre pares
o colaboración de masas, y el término fue acuñado a Yochai Benkler, un
catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, quien lo
describe como un sistema de producción, distribución y consumo de bienes de
información que se caracterizan por acciones individuales, descentralizadas,
ejecutadas a través de medios ampliamente distribuidos al mercado, y cuya base
principal es compartir el conocimiento.
Un ejemplo de trabajo colaborativo son las llamadas tecnologías de la
información y la comunicación. En consecuencia, surge a partir de las
posibilidades que ofrece internet para participar en proyectos masivos, lo que
se ha convertido en un modo común de trabajo, que podemos observar, en los
casos de Wikipedia, Linux, el Proyecto Gutenberg, entre otros.
El trabajo colaborativo es un trabajo masivo, en el sentido de los modos
de comunicación de masas, como lo son la radio, la prensa y la televisión, ya
que estos son vistos de forma simultánea por miles de personas, ubicadas en
diversas lugares y que no tiene contacto entre sí, pero que se encuentran
unidas por ese medio de comunicación.
Este tipo de trabajo se realiza gracias a la existencia de un sistema
socio-técnico que permite que miles de personas cooperen eficazmente para crear
un resultado que es de todos, y que no reconoce a un autor exclusivo, y que
además puede usarse, independientemente de que se haya o no colaborado en su
creación.
Estos esfuerzos colectivos, se llevan a cabo sin obligaciones formales
entre sus colaboradores, ni entre estos y el proyecto. Son sostenidos por una
combinación de voluntariado y de la buena voluntad de cada persona, la
tecnología y en algunos casos de una Ley, que suele ser una licencia, tal es el caso de
Wikipedia, ya que sus textos están disponible bajo una licencia
(CreativeCommons Atribución-CompartirIgual 3.0Unported), y como esta muchas
otra organizaciones y que además trabajan sin fines de lucro. Es un trabajo
altruista, asíncrono y deslocalizado e intrínsecamente motivador.
En fin, el trabajo colaborativo encierra una gran sinergia que permite
la colaboración, para que el esfuerzo en conjunto se realice y permita alcanzar
los objetivos propuestos. Desde las universidades se impulsa el trabajo
colaborativo, ya que son muchas las iniciativas y proyectos sobre la base de
este tipo de trabajo expresado en voluntades que trabajan en conjunto por el
bienestar de un país.
El trabajo colaborativo es un proceso con especial potencial innovador y
que promueve en las comunidades educativas un aprendizaje permanente.
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