El modelo
para la comunicación planteado por Shannon y Weaver, es utilizado para
establecer las condiciones de transmisión eficaz de un mensaje de cualquier
tipo, comprende cinco elementos:
1)
Una fuente de información; 2) un emisor, capaz de transformar un mensaje en una
señal para hacerlo transmisible; 3) un canal o medio que asegure el transporte
de la señal; 4) un receptor , que decodifica la señal con el fin de recuperar
el mensaje inicial; por ultimo, 5) un destinatario, que puede tratarse de una
persona o un soporte físico, al cual el mensaje se dirige efectivamente”.(c.p.
Baez, 2000, p. 48).
Por Mary Luna (*)
A tal modelo se le suma la respuesta del
receptor que utiliza la información del proceso comunicativo iniciado por el
emisor para generar una conclusión, “con lo que se propone superar el carácter
unilateral dado a la comunicación, al
plantear la posibilidad de que el proceso reoriente su rumbo mediante el
concepto de retroalimentación”. (Otero, 2004, p. 119).
Los medios de
comunicación e información tradicionales, hasta hace algunos años solo
permitían hacer transmisiones informativas en formato televisivo, radial y de
prensa; sin la posibilidad de interacción con el receptor de dichos medios. La
interrelación solo era posible mediante las llamadas telefónicas y las cartas
enviadas a los programas y a la prensa; lo que generaba programas solo de
información, siendo algunos de intercomunicación como en el caso de la radio
donde el usuario solo pedía música y enviaba saludos; es decir, el proceso solo
era informativo por no presentarse el proceso de retroalimentación que
justificase la acción comunicativa.
Con el avance
de las tecnologías de información y comunicación, se accedía a la información a
través de la Web 1.0, la cual permitía un intercambio y consulta remota así
como vencer las barreras del tiempo y el espacio, pero de igual manera no
permitían la interacción con los responsables de la transmisión de los
contenidos. Seguidamente aparece la Web 2.0 con la diferencia de poder
establecer la retroalimentación con la prensa, radio y televisión, puesto que
las mismas utilizan redes sociales y correo electrónico que permite la
comunicación en tiempo real.
Los medios de
comunicación digital permiten ser usados en beneficio del poder, que “es la
capacidad de dirigir o impedir las acciones actuales o futuras de otros grupos
o individuos. O dicho de otra forma, el poder es aquello con lo que logramos
que otros tengan conductas que, de otro modo, no habrían adoptado”. (Naim,
2013, p. 38).
El poder se
ejerce a través de cuatro canales, la fuerza, el código, el mensaje y la
recompensa. La fuerza, es la coacción como instrumento que se aplica en
situaciones extremas; el código, se refiere a la moral, la tradición, las
costumbres culturales y los valores transmitidos a través de generaciones; el
mensaje, consigue que se cambie de idea y percepción, convenciendo de que un
producto o servicio es digno de escogencia en vez de otras alternativas; y la
recompensa, ofrece algo a cambio con tal
de hacer cosas que en otro caso no se harían.
En los medios
de comunicación digitales el poder se ejerce por medio del mensaje, en donde se
consigue ejercer la influencia que puede cambiar el comportamiento del otro.
Gracias a esto se manifiestan situaciones ventajosas en diversas áreas.
A escala
económica, al interactuar con los proveedores de productos y servicios, los
clientes ejercen poder cuando opinan sobre la calidad de lo ofrecido y tales
opiniones interfieren en los precios.
En lo
político, la interacción con los actores, representantes y aspirantes a los
distintos cargos, a los que se puede acceder para manifestar dudas, quejas y
recomendaciones, lo que hace que los mismos puedan elevarse en sus nuevos
cargos o que conserven el poder que adquirieron.
En el ámbito
social, las personas se convierten en actores cuando, se sienten partícipes de
la sociedad, al tener la capacidad, potestad y seguridad de manifestar y lograr
ser vistos, leídos o escuchados.
Lo anterior
genera un impacto cultural, debido a la forma en que se establece la
interacción social y comunicación en la actualidad, en donde el que no maneja
alguna red social, no se sentirá incluido en el sistema para el cual es tan
importante el qué dirán, o la aceptación de los comentarios o aportes que haya
realizado.
Pero el uso
de las herramientas digitales tiene de igual manera riesgos, definido este
según la Real Academia Española como “Contingencia o proximidad de un daño”. En donde existe la posibilidad de
alguien o algo debido a un contratiempo sufra algún perjuicio. El principal
riesgo es el manejo y divulgación de la información personal en las redes
sociales, en donde los demás pueden conocer la dirección de residencia o la
dirección laboral, así como los sitios en donde las personas se desenvuelven,
estableciendo rutinas que podrían facilitar el acceso a las mismas para
extorsiones o daños.
El riesgo
económico al interactuar se produce cuando las negociaciones no se concretan y
se generan estafas, afectando el poder adquisitivo como en los casos de las
cuentas de venta de productos que resultan ser ficticias.
En el área
política existe la posibilidad de perder la popularidad y el poder por la
opinión de ciudadanos descontentos con la gestión.
En general
las situaciones anteriores indican que la misma sociedad que es capaz de
realzar a una persona en el mundo virtual a través de las redes, puede destruir
de igual manera su reputación; influyendo incluso en la credibilidad, cuando
tiene la posibilidad de afectar desde las relaciones sociales y familiares,
hasta la manera en que alguien se gana la vida.
FUENTES CONSULTADAS
- -Baez, C. (2000). La comunicación efectiva. Santo Domingo: Instituto Tecnológico de Santo Domingo.
- - Diccionario de la lengua española. (2017). Edición del tricentenario. Consultado el 2 de marzo de 2018.en: http://dle.rae.es/?id=WT8tAMI
- -Naim, M. (2013). El fin del poder. España: Random House Mondadori
- -Otero, E. (2004). Teorías de la comunicación. Santiago de Chile: Editorial universitaria.
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